El invierno ha tardado en llegar y ya tenemos las lluvias y las nevadas más intensas propias de estas fechas, es por ello que a continuación recopilaremos algunos consejos que nos servirán para mantener una conducción segura en este invierno inusual.
Conducir cuando hay nieve o hielo.
Hace muy poco dedicamos una artículo a los elementos obligatorios que debemos llevar en el coche, ¿Lo recuerdas?: rueda de repuesto, triángulo y chaleco. Bien, si hablamos de conducir en invierno, añadiremos a este pack, las cadenas.
De la misma manera, podemos llevar otro equipamiento que nos puede ser muy útil:
- Unas pinzas para recargar la batería.
- Pala y guantes.
- Alcohol (útil para descongelar hielo) y un rascador.
- Una linterna.
- Ropa y calzado de abrigo y gafas de sol.
- Móvil cargado.
- Agua y alimentos que nos permitan hidratarnos.
- Spray anti vaho.
Entre los riesgos de la nieve estarían, la imposibilidad de ver señales y marcas viales que se quedan ocultas, la calzada se vuelve resbaladiza y, en caso de intensa nevada, no podemos circular.
El hielo por su parte, reduce a casi cero la adherencia del vehículo, es difícil de detectar ya que se genera en zonas de sombra, por lo que por la noche se convierte en un riesgo mayor.
Recomendaciones:
- Circular con las luces de cruce encendidas.
- Sigue las huellas que van dejando los vehículos que te preceden.
- Mantén una velocidad adecuada.
- Si vives en una zona de interior con lluvias y nevadas constantes, utiliza neumáticos de invierno.
- Si percibes que hay hielo y tu vehículo empieza a deslizarse, reduce la velocidad.
La niebla no nos permite ver bien cuando conducimos.
Entre los principales riesgos están:
- La niebla espesa impide una visión adecuada al conductor, y si nosotros no podemos ver bien, también nos hacemos poco visibles para otros conductores.
- La nieve viene acompañada de humedad, por lo que la carretera se humedece y se hace menos adherente, incluso, con temperatura baja podría formarse hielo.
Recomendaciones:
- Enciende siempre las luces antiniebla trasera.
- Circula más despacio, no olvides los riesgos antes descritos.
- Frena con precaución.
- Advierte de una incidencia con las luces de emergencia de tu vehículo.
- Intenta mantenerte a la derecha, siguiendo las líneas del arcén.
- Mantén tu atención ante peatones, motos y bicicletas, pues son menos visibles en estas circunstancias.
- Si la niebla es muy cerrada, es mejor evitar desplazarse en coche.
Cuando el viento dificulta la conducción.
En días de mucho viento, debemos aumentar la precaución en los adelantamientos, especialmente de vehículos voluminosos y en las salidas de túneles.
Entre los riesgos de la conducción en días ventosos está la desestabilización del vehículo, especialmente cuando el viento sopla a rachas, el efecto vacío cuando el viento sopla del lado del conductor. Si lo hace por el lado del copiloto debemos extremar la precaución en los adelantamientos.
Las recomendaciones principales: conducir más despacio, aumentar la distancia de separación frontal y lateral con otros vehículos.
¿Sigues otras medidas durante la conducción en invierno? Si tenéis más consejos déjalos entre los comentarios o en nuestras redes sociales.
Fuentes:
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Revista Tráfico y Seguridad Vial. Nº 233. Diciembre 2015.