Tras el último caso de Karim Benzemá y su incidente de tráfico en el Aeropuerto de Barajas, nos ha llamado la atención la relación que a veces guarda el mundo del fútbol con las multas de tráfico. Por ello hemos recopilado algunos de los hechos más sonados de conocidos futbolistas al volante, algunos no nos podrán dejar indiferentes.
Velocidad en el campo y en la carretera
Piqué: “Qué mala es la envidia”.
En 2014 fue muy sonado el caso de Gerard Piqué por desobediencia a la Guardia Urbana. Realmente la infracción de tráfico que originó el incidente fue cometida por su hermano al parar su vehículo en un carril bus. Ante la imposición de la multa el jugador espetó a los agentes acusándoles de multarles porque “le tenían envidia porque soy famoso” o “me estáis multando porque vais a comisión”. Finalmente el culé pidió disculpas.
Benzemá: “Sin papeles”.
Su último incidente le ha valido para se imputado por un delito contra la seguridad vial al ser parado en un control y no llevar el carnet de conducir. El jugador blanco aseguró que se había dejado la documentación en casa. Finalmente, la policía comprobó que carecía de la documentación correspondiente pues le había sido retirado el carnet por otra infracción hace dos años, nada más y nada menos que por conducir en febrero de 2013 a 216 km/h en un tramo limitado a 100 km/h, acción captada por un radar en la M-40.
Drenthe: “Fast and furious”.
El exjugador del Real Madrid ha tenido varios accidentes, pero en 2010 fue multado por conducir a 160 km/hora en Alicante. Según el informe policial se habría saltado seis semáforos y una mediana y, además, había increpado a los agentes con improperios asegurando que “le daba igual todo porque podía pagar la multa”. El futbolista aseguró que se trataba de una “urgencia médica”, pero tras la persecución de los agentes solo se comprobó que estaba ebrio.
Ballack: «Velocidad en España».
El exfutbolista alemán protagonizó una infracción por exceso de velocidad en 2012, por el que fue detenido y acusado de un delito contra la seguridad vial. Un año y seis meses de retirada de carnet y una multa de 6.750€ por conducir a 211 km/h en una vía limitada a 120 km/h en Cáceres.
Reina: “Internacional con multas internacionales”.
En 2008, Pepe Reina fue visto por una patrulla policial en Liverpool sobrepasando los límites de velocidad mientras conducía su Porche 911. La multa impuesta por el tribunal fue de 321€.
Edmundo: “La fama le precede”.
El exfutbolista brasileño del Nápoles y la Fiorentina ha llegado a perder 219 puntos del carnet de conducir por la incesante lluvia de multas cometidas. El jugador conocido como “El Animal” quedó inhabilitado para conducir durante dos años en 2009.
Marcelo: “Sin puntos”.
El jugador brasileño se enfrentó en 2013 a una multa de 6.000 euros por ser sorprendido conduciendo sin puntos y sin vigencia en su permiso de conducir. Tras un juicio rápido el jugador fue condenado a pagar 25 euros diarios durante 8 meses como pago de su sanción.
Özil: “Imprudente”.
La multa de tráfico impuesta al exjugador blanco la originó un giro prohibido que fue sancionado por la Guardia Civil con 500€ en 2013.
Cazados por el alcoholímetro
Las infracciones por exceso de velocidad suelen ser las multas que más fácilmente se pueden cometer, pero nuestros futbolistas también han fallado alguna vez por culpa del alcohol.
Bothelo, ex jugador del Rayo Vallecano, fue sometido en 2012 a un control de alcoholemia por la Policía Municipal de Madrid en el que dio positivo. Todo se originó por una maniobra de marcha atrás por la que chocó con un vehículo estacionado que resultó ser un coche camuflado de la Policía. Fue detenido en la Plaza Cibeles y no contaba con permiso para conducir en España.
Guti salió ileso de un accidente de tráfico en Estambul tras conducir por el carril contrario y quintuplicar la tasa de alcohol.
Ever Banega, futbolista argentino, dio positivo en un control de alcoholemia en 2008, cuando se saltó un semáforo en rojo en Valencia. Reconoció que “había tomado un poco, pero me equivoqué al conducir” y tuvo que pedir disculpas a la afición.
Imparables con el balón pero pillados fácilmente por imprudencias al volante, lo cual nos recuerda que todos podemos cometer errores, pero debemos conservar siempre una actitud responsable al conducir.