Las multas de tráfico no son una invención nueva de las autoridades como podríamos pensar y hace falta retroceder 3.000 años para conocer su origen y los motivos que llevaron a la creación y aplicación de las primeras medidas para regular la circulación, así como a sancionar el mal comportamiento de algunos conductores.
En este artículo conoceremos lo que recoge la historia acerca de las primeras normativas sobre tráfico, las primeras infracciones y multas impuestas.
La primera multa de tráfico
Según algunas fuentes, la primera multa por una infracción de tráfico ocurrió el 28 de enero de 1896. Walter Arnold, propietario de un Karl Benz, fue multado en el condado de Kent en Reino Unido por un exceso de velocidad, exactamente por circular a 8 millas/hora (aproximadamente 13 km/h), cuando la limitación era de 2 millas/hora.
El conductor fue perseguido por una agente en bicicleta, quien al obligarlo a parar le impuso una sanción de 60 libras (72€).
Sin embargo, las malas prácticas en la conducción ya eran fuente de sanciones hace 3.000 años, es decir, que debemos remontarnos siglos antes a la edad moderna para encontrarlas. Así, la primera sentencia constatada se dio en el antiguo Egipto, recogiéndose la sanción a un conductor de un carro por conducir bajo los efectos del alcohol, quien además chocó con una estatua y atropelló a una niña.
El juez condenó a este conductor a ser colgado en la puerta de la taberna en la que se había emborrachado. De esta forma, los animales carroñeros se encargarían de hacer desaparecer su cuerpo.
Primeras normativa sobre tráfico
Nos instalaremos en la época del Imperio Romano para ver los primeros problemas relacionados con el tráfico en Roma. Esta situación obligó al César a dictar la primera restricción de tráfico, la “Lex Lulia Minicipalis”, la cual regulaba la circulación de carros, declarándose que en horas diurnas lo harían los que transportaran materiales de construcción para los templos u obra pública, máximos mandatarios y sacerdotes.
Otra norma vio la luz en el año 1300, esta vez promovida por Bonifacio VIII, también para la regulación de la circulación en Roma, en la que se decretó que los vehículos debían circular por la izquierda. Finalmente, la norma cambió para los países conquistados por Napoleón, quien imponía la conducción por el lado derecho. Sin embargo, Inglaterra, al no ser invadida, mantuvo la conducción por la izquierda.
Primer código de sanciones en España
En el siglo XV, el aumento de la población, la circulación y los accidentes de tráfico, especialmente a causa del consumo de alcohol por los conductores, obligó a Isabel la Católica a promulgar el primer código de sanciones en nuestro país, estableciéndose la detención de los conductores en estado de embriaguez, a quienes se les condenaba a pagar una multa, se les requisaba el vehículo, e incluso podían ser llevados a la cárcel.
De 1584 data la que puede ser considerada como la primera norma para la regulación del aparcamiento. Juan de Ribera, Virrey de Valencia, amenazó con la excomunión a quienes dejaran aparcados sus vehículos en las calles por las que pasaban las procesiones en honor a Nuestra Señora de Agosto, al Corpus o a San Vicente Mártir, lo que hoy conocemos como vados y restricciones en el estacionamiento.
Siglos más tarde, se avanzó en el aspecto sancionador con la finalidad de costear el mantenimiento de las vías. Así, en 1767, el sistema de sanciones de Carlos III especificaba multas por cruzar por lugares no permitidos, dañar el arbolado, causar deterioros en la propiedad ajena, etc.
Más actual es el Reglamento para servicio de coches automóviles por las carreteras del Estado de la regente María Cristina, madre de Alfonso XIII, el cual introducía en su artículo 20, sanciones sobre el permiso de conducir: “el conductor que en el transcurso de un año infringiere dos veces las prescripciones a sus deberes, podrá ser privado de su permiso para conducir automóviles”.
El tiempo ha pasado, las ciudades y su circulación han evolucionado, incluso contamos con otros sistemas de control, como los semáforos y los radares. Estamos convencidos también que, como a nosotros, ahora ya no os parecen tan malas las multas que nos pueden poner cuando cometemos una infracción de tráfico.